MI DEBUT CON TRAJES DE LUCES.70



No puedo describir lo que significó para mí el primer día que entró en casa un traje de luces.              
Esto no puede saberlo nadie más que el que lo ha vivido. Lo miraba y remiraba, y cada  noche, tumbado en la  cama, soñaba con tardes de gloria.                                                                         
Me vistió mi hermano Alejandro, a quien le hice aprender una y otra vez  en casa.

Teniendo los permisos del sindicato del espectáculo y del montepío de toreros, firmados por dos matadores como  Bienvenido lujan  y Vicente Punzón.Yo ya  podía actuar en novilladas y festivales sin picar.                                                                             




 Blas Calderón,  el organizador de esas fiestas camperas  me puso en Chinchón El 17.08.70                 de sobresaliente con Eladio Peralbo y  Rafael Romero.                                                                           
Hice dos quites y me pusieron  en Esquivias (Toledo)  a matar un novillo con  traje de luces. El cartel era Eladio PeralboJulian Montes y yo, con un novillo para cada uno. La tarde salió sin pena ni gloria.                                                                                              .                                                                                                                                  
Bienvenido Lujan me dio unas cuantas actuaciones, sobre todo festivales,en los que toreaba generalmente con él y con otros matadores de mucho nombre, Antoñete, Corpas, A Hernando, Victoriano valencia , Joselito de Colombia, Gabriel de la Casa y su hermano Jose luis,el Paquiro,  

El vio mis primeros pasos, pero considero que  no evolucione más por qué no comentaba nada acerca de  mi .                                    
En Carrascosa del campo me dijo que le mirara mientras yo toreaba,
para asesorarme, pero cuando lo hice él estaba con sus problemas de organización.



  Festival Casa Simarro

   Viztoriano Valencia,
   Andres hernando,
   Biemvenido Lujan
   Enrique Marciel 


Hay que entender que iba a su negocio,general mente eran pueblos que él firmaba como director de lidia y  hacía festivales.Como supongo que  iría con poco Presupuesto, tuve que aprender a banderillear cubriendo así el puesto de un Banderillero,Con Molinero, un subalterno de Cuenca, cubría sus gastos. Pero a mí me servía para ir aprendiendo el oficio.                                                                                                                                   
RELATOS DE UN PUEBLO

Muchos días me iba andando con el Califa al centro.
Allí recorríamos los bares y hacíamos guardia en el Hotel Victoria,  donde solían reunirse los taurinos a cerrar contratos  profesionales, y los ayuntamientos acudían  a solicitar los permisos de las fiestas patronales.
Un día conocí a un señor muy relacionado con estos últimos que había llevado a varios toreros.
Era de baja estatura y hablaba muchísimo sin decir nada, por lo que  tras escucharle largo rato terminabas loco y sin saber qué había dicho en realidad.
A pesar de ello prometió colocarme en uno de los pueblos que él organizaba, y cumplió su palabra.
El 14.09.70 quedamos  en el centro por la mañana temprano para ir a un pueblo de Cuenca  pegado a Teruel. Partimos en un “Seat  600” este señor llamado Castillito, y el mozo de espada, cincuentón con más de 100 kilos, y otro compañero como yo, junto a las banderillas,los capotes y muletas, el fundón, y los vestidos.
No cabía nada más, pero se las apañaron para encontrar un hueco donde meter las tarteras con comida y agua.  
El coche cuesta abajo o en plano iba bien, lo malo era cuesta arriba.
Se calentaba, había que parar y esperar que se enfriara, echarle agua y empujarle…  “nosotros” (los dos novilleros). 
Castillito decía que la experiencia nos haría fuertes y que la recordáramos cuando estuviéramos delante del toro. A la hora del almuerzo vio un árbol y decidió que era un buen lugar, sacó un mantel, sus viandas... y a comer. Este señor que no callaba les decía a los matadores que aquello era salud,  no entendía a la gente que paraba en merenderos o restaurantes.

A cada frase que lanzaba miraba a Miguel, el mozo de espadas, y decía:
¿Verdad, MIGUEL?. Y el pobre hombre callaba resignado mientras asentía con la cabeza.                                                
Concluido el refrigerio… nuevamente a empujar para hacer la digestión. 
Llegamos al pueblo sobre las cuatro de la tarde y nos dirigimos a la sala de juntas del Ayuntamiento para prepararnos y vestirnos. Allí nos encontramos a los banderilleros que habían actuado el día antes. El más joven tendría cuarenta años. Uno de ellos, se  había operado la garganta y tenía un agujero que limpiaba cada vez que hablaba. Este banderillero se llamaba Pacorro, y era colaborador y representante del  señor Castillito, en toda esa comarca.                                                                                                                 
La sala de juntas apestaba a linimento; era una  sala grande, con suelo de madera, y un enorme cuadro de Franco colgado en la pared.                                              
Vestidos ya de toreros salimos a la calle donde se oía al gentío mientras la Banda de música tocaba paso dobles en la puerta del consistorio. Se presentó el Alcalde para saludarnos, era un hombre gordo, colorado, vestía un traje negro que seguramente se hizo el día de su boda 20 o 30 años antes, y llevaba la corbata amarrada al cuello como si fuera a ahorcarse.Mientras fumaba un tremendo puro nos decía que no nos preocupáramos, que los novillos eran  valientes y embestían bien, pues por la mañana los había visto en el encierro, Cuando bajamos los toreros, se hizo comitiva con  las reinas  de las fiestas, los concejales, el Alcalde con su vara de  mando, los toreros, y la Banda de música seguida de todos los chiquillos locos de  contento.

La plaza estaba construida con troncos de pinos ya  que esa zona es de pinares.
Era de forma rectangular,bastante inclinada,situándose al fondo la presidencia bajo una enorme bandera española donde se encontraban las reinas,Alcalde,concejales y sus mujeres,preparados para que diera comienza  el festejo.
  
 Los burladeros eran trillos de arar, y los graderíos carros de labranza y remolques.
Cada vecino traía su silla, y entre los huecos de los troncos se veía a los chiquillos deseosos de que echaran el primer toro.                                             
Una vez fuera el animal salió rematando, los parroquianos le citaban desde los remolques. Los mozos cruzaban la plaza para coger las banderillas que caían del toro, con el riesgo que eso conllevaba para los mozos, y para el que estaba delante del novillo, y  para los que estaban subidos en los carros, por el arpón.
Se le empezó a torear, y en honor a la verdad he de confesar que no salieron malos los novillos.                                                                                                                                                
Esos banderilleros tan mayores y con tan escasas  facultades,y las pocas condiciones que reunía la Plaza se convertía en un problema añadido para ellos.                                                
Se mataron los novillos sin haber tenido ningún problema, y una vez terminamos,nos fuimos a quitarnos la ropa de torear.Nos invitaron a cenar en una nave acondicionada Para ese día. El pueblo era un hervidero de gente;Visitantes, feriantes.. y todas las autoridades del pueblo,  
con  sus esposas todas muy robustas,campechanas.El organizador, contento por haber salido todo bien, negociaba con el secretario las condiciones económicas de las que los novilleros no sabíamos nada.                                                                                                               
Tras una generosa cena de matanza regada con vino y refrescos, los mozos nos invitaron a acercarnos a sus peñas. Los banderilleros habiendo concluido su labor en el pueblo querían irse a sus casas. Estaban inquietos por cobrar, y no perdían ojo al tal Castillito,acechando todos sus movimientos.

Los novilleros mientras tanto debíamos hacer noche para una suelta de vacas al día siguiente. 

Después de la cena los mayores se dieron por “perdidos”, y los novilleros nos acercamos a la centralita de telégrafos para comunicar a nuestros familiares que estábamos bien.                                  
Tras ello nos fuimos al baile que se celebraba en una nave en la que los hombres,situados alrededor de una barra improvisada, bebían alcohol y miraban a las mozas con hambre carnal entre pasodobles y rumbas.

Las mozas, permanecían sentadas a la espera de pretendientes mientras sus madres, con los bolsos y jersey de lana entre las manos, escrutaban vigilantes los posibles pretendientes de sus hijas, controlando que en los bailes no se acercaran más de la cuenta, pues de ser así aquellas mujeres con cara seria llamaban la atención a las mozas y las mandaban al banquillo.
Según avanzaba la noche había más gentío, y las mozas aprovechaban la confusión para poder escapar de la atenta vigilancia de sus madres e intentar retozar con los mozos de los pueblos de al lado, ya que a los del pueblo los tenían estas marcados, y si las perdían mucho tiempo de vista mandaban a los hermanos pequeños a buscarlas.
Me hice amigo de una chiquilla cuya familia tenía un bar en la plaza del pueblo, y  cuando “su vigilancia” se descuidó, aprovechamos para ir a dar un paseo por las calles oscuras.
Al no existir fonda  en el pueblo, nos dejaron pasar la noche en una gran habitación de la casa de uno de los concejales. Recuerdo los suelos de madera y una cama alta del mismo material dotada de somieres que hacían de hilo musical, un espejo redondo con  palangana de cerámica descascarillada, y unas paredes encaladas para las fiestas  desprendiendo tal olor, que si el Cristo colgado sobre una de esas paredes si hubiera podido desclavarse se habría tapado la nariz.
Si por la noche te entraban necesidades tenían lámpara de carburo para cruzar un patio
y encontrar donde poder desahogarte, pero de dia, si eran fuerzas mayores debías coger una vara para alejar las gallinas que venían a picarte.
A la mañana siguiente, no habiendo despertado siquiera el gallo, la banda de música realizaba el Pasacalles para avisar que continuaba la fiesta.                                                                                         
Estando frente al bar y en presencia de vecinos, un guardia civil me preguntó: “¿Qué, qué tal anoche  con fulanita.?”.                                                                 
La pregunta me pareció de tan mal gusto, que con total ingenuidad le solté: “No sabía que la guardia civil fuera radio nacional
.
 Con cara de muy pocos amigos me agarró por el cuello, y pistola en mano me grito a la cara, que  la guardia civil estaba para vigilar todo lo que se hacía en el pueblo, y que no me pegaba cuatro ostias y me metía en el calabozo por no joder las fiestas.
 Así que una vez se realizó el encierro con los novillos para los mozos partimos para MADRID, no fuera a ser que al guardia civil le diera por reaccionar y me fuera calentito simplemente por defender la honra de una chiquilla, ya que si bien era cierto no habíamos hecho nada del otro mundo, también lo era que vivíamos bajo una moral católica tan extrema que hoy en día estaríamos casi todos ciegos si algunas de las cosas que decían  hubieran sido ciertas.                                                           
                                                              
                                                    
Siendo consciente además, que el guardia civil hubiera podido hacer conmigo lo que hubiera querido sin haberle pasado absolutamente nada.                                                                                                      
Yo estaba contento y consiguiendo metas. Cuatro novilladas y cuatro festivales en el primer año, además de matar un par de toros en capeas, no era mal principio. 




                                                                                                                                                                                                                                                                   

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